sábado, 14 de febrero de 2009

Formación de la Propiedad Territorial del Hato Morrocoyes

Formación de la Propiedad Territorial del Hato Morrocoyes

 

El hato ganadero es el legado presente de algunas de las más antiguas divisiones territoriales del actual estado Guárico. Fueron demarcaciones esenciales para organizar el entorno colonizado y reflejaron el interés y la ansiedad del Estado Español de hacerse presente en la vida cotidiana de los moradores del Alto Llano.

 

42  Castillo Lucas. ObCit p. 157

Los nombres de los hatos son un importante documento para explorar la poco documentada historia colonial de nuestros llanos guariqueños de los Siglos XVIII y XIX.

 En nuestro estudio ubicamos el hato ganadero Morrocoyes, jurisdicción de San Sebastián de los Reyes y eje del poblamiento europeo en la zona, la cual ocupaba un gran espacio geográfico aproximadamente de más 25 Leguas y con los siguientes linderos: por el naciente  con  Quebrada  Honda,  por  el  poniente  con la loma que llaman de los derrames y comienza en los boquerones de San Félix, por el norte el Camino Real de Morrocoyes que va para Barcelona hasta la Guasquilla, por el sur, la Quebrada Honda que llaman de la Chaguaramas lindero disidente de las tierras del Socorro.

 

Estas tierras fueron concedidas “en composición” a: Bartolomé Joseph Belisario en 1744  nieto este del fundador de Chaguaramas. Sin embargo, las tierras pasaran de manos en manos a través de procedimientos de venta, herencias y donaciones. Es en 1782 cuando Francisco Machado compra el Hato Morrocoyes a Doña Catalina de La Cruz Rivero viuda de Don Mateo Perez,  este pasa a formar parte del gran predio San Ignacio de Morrocoyes.

 

 Los Machados gente mantuana, comienzan a componer y comprar tierras en lo que fue parte Santa Juana de La Cruz, una tercia parte de ellas las compró Machado a Doña Maria Manuela y Doña Maria Nicolasa de Herrera, así es declarado por Francisco Machado en su testamento y partición de bienes en 1796.

 “Item 22: Declaro que mis bienes adquiridos dentro del matrimonio un Hato nombrado San Ignacio de Morrocoyes en jurisdicción del pueblo de Chaguaramas que se compone de 25 leguas de tierras poco más o menos y entre ellas se comprenden 1½ legua que nombran Sabana Larga y compuse en su lugar sobre la cual me puso pleito Don Marco Ribas en que le gane en todas sus partes, y las demás tierras que compre a Doña Manuela y Doña Maria Nicolasa de Herrera por escrituras que me entregaron ante el presente año”43 

 

 

A mitad del siglo XVIII se comprueba la presencia de dueños de tierras en las inmediaciones de Los Montes de Tucupio, se trata de los primeros y principales terratenientes de estos lugares liderizados por los Belisario, quienes son las primeras familias pobladoras de la jurisdicción de Chaguaramas en los Llanos de San Sebastián de los Reyes.

 

Las familias mantuanas, con poder económico, que se apropian de las tierras son: los Ribas, Belisario, Suárez, Herrera, Machado, entre otros, representan el mejor ejemplo de los que se posesionaron y se convirtieron en los Dueños del Suelo en el partido Las Palmas; la declaración de tierras que poseían o decían poseer, manifiesta la magnitud extensiva de dichas posesiones heredadas por “estrategias matrimoniales” que permitían la estabilidad de la estructura de propiedad, mediante unos vínculos de parentesco.

 

La ocupación, mantenimiento y reproducción de estas grandes propiedades se logró a lo largo de dos siglos, destacándose entre estas familias la formación de un gran grupo endogámico, a través de dichas alianzas como forma de protección del capital para no disgregar o desmembrar la riqueza lograda por sus antepasados.

 

43 Invenrario  Avalúo y Partición de los Bienes de Francisco Machado.1796. ob. Cit.

Estas alianzas matrimoniales constituían, en fin, alianzas territoriales que en consecuencia originaban la formación y constitución del latifundio familiar, con relación a esto se expresa en el testamento de Francisco Machado lo siguiente:

 “Ítem 11: En la propia forma declaro haberse puesto en estado de matrimonio a Da Maria Antonia con Dn Juan Leonardo González a quien le di en cuenta de legítima para cargas de su matrimonio y alimentos lo que consta de un instrumento otorgado ante el Teniente del pueblo de Chaguaramas… Ítem 12: Declaro que al referido Don Juan Leonardo González le tengo licencia para que críe sus animales en mis tierras de San Ignacio sin perjuicio mio, como consta del instrumento que pasa ante Don Fernando Antonio Nebot.”44

 

Por otra parte, también se aprovecharon de los altos cargos que ocuparon en el Cabildo de Caracas para así aplicar estrategias que le permitieron la apropiación y garantía  de sus posesiones.

 

 En el caso de Santo Tomas de Tucupio en su jurisdicción, el hato ganadero, denominado en los documentos como “sitio de hato” o “hato de ganado”, constituía una unidad productiva sustentada en el binomio ganadería-usufructo de la tierra donde se genera una relación de peonaje entre un terrateniente, dueño de los medios fundamentales de producción y una servidumbre generalmente enfeudada, parcialmente separado de esos medios y con posibilidades de usufructuar la tierra a quienes denominaban  peón.

44 Ibidem

Su producción estaba destinada a un mercado intermediario, ya que no se descarta su participación- de una u otra forma- en el mercado exterior, sino que se orientaba hacia el mercado interno, “esencialmente en lo que se refiere al suministro de carne, queso, sebo y ganado mular y caballar para ciertas ciudades y pueblos del área costera donde estos no se daba”. Siso expresa: “Esta unidad de producción no sólo originaba acumulación de bienes, sino que garantizaba las ambiciones sociales de sus dueños.”45 Además estas formas de tendencias de propiedad van a predominar a finales del siglo XVII y a lo largo del XVIII, sufriendo ciertas modificaciones producto de la evolución interna de dichas organizaciones.

            El sistema de apropiación en Tucupio y demás sitios del Alto Llano se inicia a partir del pie de monte perteneciente al paisaje cordillerano del interior, el cual está constituido por dos zonas montañosas de relieve orográfico distinto: la serranía de la costa al norte y la serranía del interior al sur con la formación de pueblos de encomiendas, donde los nativos tenían que trabajar las tierras en beneficio exclusivo de los encomenderos. Vila explica: “que cuando los hatos eran varios en un determinado ambiente, daba lugar a que en un sitio en condiciones óptimas para las comunicaciones, surgiera un pueblo que fungía de polo económico de un extenso territorio de economía ganadera.”46 Este es el caso de los pueblos de Chaguaramas, Valle de La Pascua y Santo Tomas de Tucupido

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